La calle de la estación
Aun recuerdo la calle de la estación
y su antigua certidumbre,
los patios grades cimentados.
Los vagones viejos y sus chirridos.
El color de la tierra
Y el polvo del camino.
El cielo lleno de hermosas figuras
el viejo paseo de los pinos
el frescor de los eucaliptos.
Las grandes ventanas con reja
desde la cuales se divisaba la calle
como un remanso en la sombra.
En las encrucijadas oscuras.
Incrustadas como un recoveco en la noche.
y las noches apagadas
En las alcobas profundas
Se forja tan familiar el sonido
Del vaivén del tren.
Como la luz en una lámpara.
Donde arde en quieta llama la caoba
mientras que se lancean las infinitas distancias
En estos susodicho que son sitios
Donde descubrí mi tierna infancia.
En esos bellos lugares,
donde se desparrama la ternura
y desperdigada ante tanta dicha
Con una felicidad repleta en mis adentros.
Que habitan en mis recuerdos,
voy sintiendo tú presencia
Degustando tus caricias, a sola y conmigo
Francis falcón…
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