En honor de mi hermano,
descansa hermano en paz. En los brazos del buen Dios.
El maestro
El amigo, el profesor, el jefe de estudios, el maestro
aquel muchachito joven criado en el altozano
de una familia humilde rodeado de sus hermanos,
en aquella casa grande en lo más alto del pueblo.
Paso su infancia y crianza aquel que fuera el maestro
Era tanta su elegancia, su porte y don de palabra
No había nadie en los contornos que a él se le asemejara
Orgullo para los suyos que tanto le valoraban.
Un día dejo su casa y se alejo de su pueblo
para estudiar largos años, concluyendo de maestro
su enseñanza era clara, su valoración un portento.
Que afortunados fueron todos los que le conocieron.
El chaval se hizo un hombre y formo con honor su casa
Con una mujer de capital un buen día se casaba
Formaron una familia, con principios y valores
Acompañando a los suyos, orgullo de sus mayores.
Nunca olvido los sacrificios, que por el su padres hicieron
Y cuidaba sus hermanos con cariño y con esmero
Era su alegría tanta y su vida tan completa y hermosa
Que rebosante de sueños disfrutaba junto a su esposa.
Luego llegaron los hijos colmando su vida en pleno
Más la falta de la abuela entristecía al maestro
El tiempo que no se detiene se llevó a sus padres hermanos lejos
Y quedose solo en su tierra, y muy cerquita de su pueblo.
En la ciudad cordobesa donde naciera el maestro
En ese pueblo pequeño. El Carpio de nombre puesto
Nunca se borrará en su historia el cariño hacia el maestro
Recordando aquel muchacho que nació y fue del pueblo.
Y hoy Córdoba llora, despidiendo al gran hombre
Al profesor, el jefe de estudios, al amigo, al maestro
Aquel que ayudo tanto a tantos como alumnos fueron.
Aquel que tanto quería a su gente a su Córdoba, a su pueblo.
Y entre los viejos libros, quedara por siempre el recuerdo
De aquel cariño, afecto y admiración, a tan gran hombre
Su tan querido y admirado maestro, su consejero de vida
Aquel muchacho de pueblo, que ofreció tanto sin precio.
Francis Gutiérrez (Francis Falcón)